15.3.12

« Escucha: Amarás.» Cf Mc 12, 29-31


El odio por AMOR
(Juanes)
Trabajamos como dos locomotoras a todo vapor
y olvidamos que el amor
es más fuerte que el dolor
que envenena la razón.

Somos víctimas así de nuestra propia tonta creación
y olvidamos que el amor
es más fuerte que el dolor
que una llaga en tu interior.

Los hermanos ya no se deben pelear
es momento de recapacitar
es tiempo de cambiar
it's time to change
es tiempo de cambiar
it's time to change
es tiempo de saber
pedir perdón
es tiempo de cambiar
en la mente de todos
el odio por amor.

It's time to change...

Si te pones a pensar
la libertad no tiene propiedad
quiero estar contigo amor,
quiero estar contigo amor,
quiero estar contigo amor...

Si aprendemos a ESCUCHAR
quizás podamos juntos caminar
de la mano hasta el final
yo aquí y tu allá
de la mano hasta el final

Los hermanos ya no se deben pelear
es momento de recapacitar
es tiempo de cambiar
it's time to change
es tiempo de cambiar
it's time to change
es tiempo de saber
pedir perdón
es tiempo de cambiar
en la mente de todos
el odio por amor.

13.3.12

«No he venido a abolir, sino a dar plenitud» Mt 5,17

Rupnik
¡Oh Plenitud inmersa en lo profundo de mi ser humano,
emerge Amado en mí amando
en el eterno movimiento de mi ir y tu venir!
EE 2009

11.3.12

¡Él- Profeta!

RUPNIK
ÚLTIMA CERTEZA

Soy una ola de tu océano
rodando en la superficie de la historia.

No sé si acabaré mis días
rompiéndome en pedazos
contra el acantilado hostil,
o si me iré extinguiendo
como espuma sobre la playa serena.

No sé si seré una protesta
explotada como un trueno
ante tanto arrecife de injusticia,
o si me agotaré en paz
entre la arena tibia
del pueblo que me acoge.

No se si volveré hacia Ti
roto en mil gotas desangradas,
o si me fundiré contigo
en la intimidad de la bahía.

Pero es mi saber más hondo,
que ya ahora recibo de Ti
desde el fondo del océano,
todo el vigor que me construye
y todo el impulso del viaje.

Benjamín González Buelta S.J.

6.3.12

¡Él-camino!


TU CAMINO

Tu camino no es recto
según nuestra ingeniería.
Se tuerce de repente
en medio de la noche,
en busca de una oveja perdida
en un callejón oscuro
de traficantes baratos.
Tu camino no tiene plazo fijo
para ser inaugurado,
ni calendario de político.
Pierdes horas derramadas
en la frente de un asaltado
al borde del camino,
de un hombre cazado
por el ron y la amargura,
de un drogadicto adolescente
escapado de la casa,
que te obligan a cambiar
tu itinerario.
Tu camino no es ancho
como nuestras pistas de alta velocidad,
florecidas de marcas comerciales
como un nuevo paraíso original,
multicolores serpientes publicitarias
y frutos para sentirnos como dioses,
y riesgos de exhibición
que dan vueltas sobre sí misma
sin llegar a ninguna parte.
Tu camino no siempre es un éxito.
A veces naufraga en el mar
en una ola de emigrantes clandestinos,
o queda atropellado niño
en la esquina del semáforo,
con su esponja de limpiar cristales
todavía húmeda en la mano.
Tu camino es lento.
Avanzas con todo un pueblo,
con su cabeza endurecida
por esclavitudes programadas
y sus miedos viejos
a sueños, espíritus y amos,
atados a los pies y la memoria.
No te olvidas de ningún grupo
perdido en los escondrijos
de los archivos y los mapas.
Tu camino es desconcertante.
Se pierde en cañadas oscuras
donde apenas se oye el ruido
de tu cayado de pastor contra las piedras.
Baja a las galerías del carbón
en busca del minero silencioso.
Se hunde en la noche de los contemplativos
atrapados en su celda inmóvil.
Tu camino empieza de nuevo
donde lo conocido acaba.

No vuelve hacia el ayer marchitado
de la belleza o del aplauso,
de la lección sabida,
del hogar infantil,
de la placa de reconocimiento
en el álbum de la crónica social.
Tu camino se hace tierno
en oasis de hierba verde
y de agua que corre gratuita,
de canto libre en cuerpos doloridos,
de alimento que pasa de mano en mano.
Aquí se apagan las bocinas comerciales
y no acuden con bandejas brillantes
los sirvientes de lazo negro
y de sonrisa de paga blanca.
Tu camino se gesta en lo escondido,
en laboratorios que aceptan
el desafío del futuro y de la muerte,
en la soledad de las bibliotecas,
en el silencio austero del místico,
en las noches en vela de la madre joven
que defiende su pequeña esperanza enferma,
en la reunión clandestina
de unos campesinos pobres
que planifican sus protestas y sus siembras,
en el discernimiento nocturno
de la decisión justa y honesta
que no tiene donde reclinar la cabeza.
Tú eres el camino,
siempre delante,
huellas recientes de pies descalzos
de hombre pobre y mirada gratis,
guía libre, sin equipaje de lujo
ni marcas comerciales en la espalda.
En la historia, sigues con nosotros.
Resucitado, ya llegaste.
Y como el centro de la rueda
convocas todos los rayos a tu encuentro,
caminos diferentes y dispersos,
y al converger todos hacia Ti,
unos a los otros nos acercas.

Benjamín González Buelta S.J.

5.3.12

Uno sólo es vuestro Maestro. Mt 23,8

KODER
DESPIÉRTANOS, SEÑOR JESÚS

Despiértanos, Señor Jesús.
Tú no viniste al mundo para ser admirado o adorado.
Tú deseaste solamente imitadores.
Por eso, despiértanos, si estamos adormecidos.
en ese engaño de querer admirarte o adorarte,
en vez de imitarte y parecernos a Ti.
Soren Kirkegaard

3.3.12

¡Bajar del monte!

SIEGER KODER
En la plaza
Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón
de los hombres palpita extendido.
Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,
no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros
.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

Entra despacio, como el bañista que, temeroso,
con mucho amor y recelo al agua,
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos
Y se entrega completo.
Y allí fuerte se reconoce, y crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!

(Vicente Aleixandre)
Tomado de: Cambiaste mi luto en danza (Dolores Aleixandre)

1.3.12

¡Él- ayuno!

El sentido de ayuno

"En la Tradición de los padres del desierto, el ayuno es el medio que utiliza el fiel para crear un espacio vacío en el que repose el Espíritu permitiéndonos distinguir lo esencial de lo superfluo. El ayuno de pensamientos, de ruido o de imágenes es tan importante como abstenerse de comer. El ayuno implica saber pararse, gracias a lo cual, la persona perseverante puede retomar sus energías que vagan medio perdidas, para domarlas y orientarlas hacia su destino original. El ayudo es una mirada vigilante en uno mismo y para sí mismo, una toma de conciencia sincera acompañada de un giro importante. El ayuno permite entrever la propia existencia sin influencias emocionales, intelectuales o ajenas y discernir, en un breve instante, quién soy, para retomar el camino, ahora y aquí, tal como soy, desde lo más profundo de mí mismo. El ayuno pule el espejo del alma que permite percibir, sin manchas, la imagen de la Presencia que llevamos y que se convertirá en el eje de toda existencia. Es la libertad del hombre, su deseo de unión con Dios y con toda la humanidad lo que anima su gesto guerrero. Corresponde a cada uno saber cuáles son los ámbitos en los que le conviene ejercer este ayuno:
Ascesis -o ayuno- de la palabra, para aprender a escuchar.
Ascesis de los pensamientos para vivir en el presente.
Ascesis en la utilización de los Medios de Comunicación (diarios, revistas, TV, radio) para poder asimilar tanta información. 
Ascesis en la comida, la ropa... para ser capaces de agradecer tanta diversidad."
Javier Melloni

29.2.12

«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» Mt 7,7


Te consolaré

Cuando das lo mejor de ti pero no tienes éxito,
Cuando consigues lo que quieres pero no lo que necesitas,
Cuando estás tan agotado pero no puedes dormir,
Sin poder evitar el retroceder.

Cuando las lágrimas caen en tu rostro,
Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar,
Cuando amas a alguien pero es en vano
¿Podría ser peor?

Las luces habrán de guiarte  a casa
Y encenderán tus huesos.
Y Yo te consolaré

 
En lo más alto o lo más bajo
Cuando estás tan enamorado como para dejar que acabe.
Pero si nunca intentas nunca sabrás
Lo que realmente vales.

Las luces habrán de guiarte  a casa
Y encenderán tus huesos.
Y Yo te consolaré
Las lágrimas caen por tu rostro
Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar.
Las lágrimas caen por tu rostro
Y yo...

Las lágrimas caen por tu rostro.
Te prometo que aprenderé de mis errores.
Las lágrimas caen por tu rostro
Y yo...

Las luces habrán de guiarte  a casa
Y encenderán tus huesos.
Y Yo te consolaré

 
Coldplay (Fix you)

28.2.12

¡Padre NUESTRO!

KODER
PARÁFRASIS DEL PADRENUESTRO

“¡Santísimo Padre Nuestro: creador, redentor, consolador y salvador nuestro!
que estás en los cielos: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, por qué Tú, Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque Tú, Señor, eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar, porque Tú, Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin quien no hay bien alguno.
Santificado sea tu nombre: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la altura de la majestad y la hondura de los juicios.
Venga a nosotros tu Reino: para que reines Tú en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu Reino, donde se halla la visión manifiesta de Ti, el perfecto amor a Ti, tu dichosa compañía, la fruición de Ti por siempre.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra: para que te amemos con todo el corazón, pensando siempre en Ti; con toda el alma, deseándote siempre a Ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a Ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, empleando todas nuestras energías y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio, no de otra cosa, sino del amor a Ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie.
El pan nuestro de cada día: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, dánosle hoy: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció.
Y perdónanos nuestras deudas: por tu inefable misericordia, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos.
Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores: y lo que no perdonamos plenamente, haz Tú, Señor, que plenamente lo perdonemos, para que por Ti amemos de verdad a los enemigos y en favor de ellos intercedamos devotamente ante Ti, no devolviendo a nadie mal por mal y para que procuremos ser en Ti útiles en todo.
Y no nos dejes caer en tentación: oculta o manifiesta, imprevista o insistente.
Mas líbranos del mal: pasado, presente y futuro.
Gloria al Padre...”.
San Francisco de Asís

26.2.12

24.2.12

«Permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás» Mc 1,13

RUPNIK
YO, PECADOR

¡Yo, pecador
Señor!.
Cuando me encierro en mí,
no existe nada:
ni tu cielo y tus montes,
tus vientos y tus mares;
ni tu sol,
ni la lluvia de estrellas.
Ni existen los demás
ni existes Tú,
ni existo yo.
A fuerza de pensarme, me destruyo.
Y una oscura soledad me envuelve,
y no veo nada
y no oigo nada.

Cúrame, Señor, cúrame por dentro,
como a los ciegos, mudos y leprosos,
que te presentaban.
Yo me presento.
Cúrame el corazón, de donde sale,
lo que otros padecen
y donde llevo mudo y reprimido
el amor tuyo, que les debo.
Despiértame, Señor, de este coma profundo,
que es amarme por encima de todo.
Que yo vuelva a ver (Lc 18, 41)
a verte, a verles,
a ver tus cosas
a ver tu vida,
a ver tus hijos....
Y que empiece a hablar,
como los niños,
balbuceando ,
las dos palabras más redondas
de la vida:
¡Padre Nuestro!.

Ignacio Iglesias S.J.