30.4.12

Francisco Valdepeñas(El hombre de piedra)
ÚNICO

ninguna otra criatura
vuelve hacia ti
su rostro
en todo el universo.

Cuando te llamo
por tu nombre,
no confundes mi acento
con ninguna otra criatura
en todo el universo.

Benjamín González Buelta S.J.

28.4.12

Yo soy el buen pastor Jn 10,11

KODER
Pastor, que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú me hiciste cayado de este leño
en que tiendes los brazos poderosos.

Vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguir empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, Pastor, que por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres,
espera, pues, y escucha mis cuidados.
Pero ¿Cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados?

Lope de Vega

26.4.12

«El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. » Jn 6,56

FANO
las cosas se me han vuelto claridad:
porque tengo la sed y el agua juntas
en el jardín de mi sereno afán.

Yo sé que estás conmigo, porque he visto
en las cosas tu sombra, que es la paz;
y se me han aclarado las razones
de los hechos humildes, y el andar
por el camino blanco, se me ha hecho
un ejercicio de felicidad.

No he sido arrebatado sobre nubes
ni he sentido tu voz, ni me he salido
del prado verde donde suelo andar...
otra vez, como ayer, te he conocido
por la manera de partir el pan.

José María Pemán

25.4.12

«Yo soy el pan vivo» Jn 6,51


KODER

NADIE NI NADA (pincha)

Nadie estuvo más solo que tus manos
perdidas entre el hierro y la madera;
mas cuando el Pan se convirtió en hoguera
nadie estuvo más lleno que tus manos.

Nadie estuvo más muerto que tus manos
cuando, llorando, las besó María;
mas cuando el Vino ensangrentado ardía
nada estuvo más vivo que tus manos.

Nada estuvo más ciego que mis ojos
cuando creí mi corazón perdido
en un ancho desierto sin hermanos.

Nadie estaba más ciego que mis ojos.
Grité, Señor, porque te habías ido
y Tú estabas latiendo entre mis manos.

José Luis Martín Descalzo

23.4.12

«Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».Jn 6, 35

LERMA
LA FONTE (pincha)

Qué bien sé yo la fonte que mane y corre,
aunque es de noche.

 Aquella eterna fonte está escondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.

Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen de ella tiene,
aunque es de noche.

Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es de noche.

Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.

Su claridad nunca es oscurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.

Sé ser tan caudalosos sus corrientes.
que infiernos, cielos riegan y las gentes,
aunque es de noche.

El corriente que nace de esta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.

El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.

Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.

San Juan de la Cruz

22.4.12

¡Después de la tempestad, Él-Amor!

San Juan de la Cruz
La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado.
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riveras verdes ha hallado.

En la soledad vivía,
y en la soledad ha puesto ya su nido,
y en soledad le guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido.

San  Juan de la Cruz

21.4.12

«Palpadme y ved» Lc 24,39


«Tratar de ver más y mejor no es, pues, una fantasía, una curiosidad, un lujo. Ver o perecer: tal es la situación impuesta por el don misterioso de la existencia a todo cuanto constituye un elemento del universo»

Teilhard de Chardin S.J.


En el origen

Cuando abro los ojos
para verte en lo real,
ya te veo antes en el deseo
que inicia mi mirada.

Cuando pregunto por ti
a las criaturas de la tierra,
ya te escucho antes en el silencio
donde nace mi pregunta.

Cuando acerco mi mano
para tocarte en otro cuerpo,
ya te percibo antes en el origen
de mi carne peregrina.

Cuando sorbo el agua
para llenarme de tu vida,
ya te saboreo antes en la sed
que abre mi garganta.

Cuando aspiro los olores
de tu paso por los montes,
ya te olfateo antes en la paz
que distiende mis pulmones.
Benjamín González Buelta S.J.

18.4.12

«...para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» Jn 3,16

GUDIOL
La Vida eterna
ya la sentimos ahora
atravesar nuestra existencia.
...
La Vida eterna
nos escoge al inicio
para existir en su aliento,
nos recoge cada día
para unir nuestra dispersión,
y nos acoge al final
en un abrazo sin medida.

La Vida eterna
avanza dentro de nosotros
y se llama comunión,
yo liberado,
amor que nunca pasará.


Benjamín González Buelta S.J.

«Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único» Jn 3, 16


HASTA MI FINAL


Tu lugar es a mi lado,
hasta que lo quiera Dios,
hoy sabrán cuanto te amo
cuando por fin seamos dos

yo nunca estuve tan seguro
de amar así sin condición
mirándote mi amor te juro,
cuidar por siempre nuestra unión

Hoy te prometo amor eterno
ser para siempre, tú y yo en el bien y en el mal
hoy te demuestro cuanto te quiero
amándote hasta mi final

Lo mejor que me ha pasado
fue verte por primera vez
y estar así de mano en mano
es lo que amor, siempre soñé

Hoy te prometo amor eterno
ser para siempre, tú y yo en el bien y en el mal
y hoy  te demuestro cuanto te quiero
amándote hasta mi final


Hoy te prometo amor eterno
ser para siempre, tú y yo en el bien y en el mal
hoy te demuestro cuanto te quiero
amándote hasta mi final

Hoy te prometo amor eterno
AMÁNDOTE HASTA MI FINAL

14.4.12

«Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado...» Jn 20, 27

HORACIO (Tomás)
TOMÁS
Posa tu mano en la herida
del pecho atravesado,
toca la muerte del corazón,
las angustias abismales,
los amores sin destino,
los golpes del alma
que nunca cicatrizan.

Mete tus dedos
en las manos taladradas
por el ácido corrosivo
de los trabajos duros,
por los cepos injustos
por las siegas sin salario.

Acaricia con la yema de tus dedos
los pies perforados
de los emigrantes sin más tierra
que la pegada en sus heridas
en cada paso errante.

No tengas miedo de palpar
La huella de lanzas y de clavos.
¡Tus dedos sentirán
En el fondo de cada herida
Un latido del resucitado!

Benjamín González Buelta S.J.

12.4.12

«La paz con vosotros.»

RUPNIK
JESÚS, PAZ DE NUESTROS CORAZONES

Jesús, paz de nuestros corazones,
en nuestras noches
y en nuestros días,
en las horas de oscuridad
como en las de plena luz,
Tú llamas a nuestra puerta
y esperas nuestra respuesta.

Roger de Taizé

9.4.12

«Rabbuní» Jn 20,16

SIEGER KODER(Magdalena)

AMOR DE TODO AMOR

Cristo Jesús, Amor de todo amor,
Tú estabas siempre en mí y yo lo ignoraba.
Estabas ahí y te olvidaba.
Estabas en el corazón de mi corazón
y  te buscaba en otra parte.
Incluso, cuando me situaba lejos de Ti,
Tú me esperabas.
Llega el día en que puedo decirte:
Tú, el Resucitado, eres mi vida,
yo soy de Cristo, pertenezco a Cristo.

Roger de Taizé

7.4.12

Él- Vencedor

Cuenta Eduardo Galeano que en la isla de Vancouver los indios celebraban torneos para medir la grandeza de los príncipes. Los rivales competían destruyendo sus bienes. Arrojaban al fuego sus canoas, su aceite de pescado y sus huevos de salmón; y desde un alto promontorio echaban al mar sus mantas y sus vasijas. Vencía el que se despojaba de todo.

¡MADRE!



RUPNIK
 

Seguimos en la era de las sombras.

¿Quién ha ido más allá?
¿Quién ha abierto otra puerta
Toda la luz de la tierra
la verá un día el hombre
por la ventana de una lágrima…
Pero aún no ha dicho el Verbo:
¡Que el llanto se haga la luz!
(Estamos en el llanto) Losada


6.4.12

¡NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE !

NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Sta Teresa de Jesús

«Eli Eli lama sabachthani»


DALÍ: Cristo de San Juan de la Cruz

DENTRO DE TU GRITO

Dentro de tu grito en la Cruz
caben todos nuestros gritos,
desde el primer llanto del niño
hasta el último quejido del moribundo.

Desde tu grito lanzado al cielo
encomiendan su vida en las manos del Padre
todos los que se sienten abandonados
en un misterio incomprensible

En este grito tuyo último
dolor de hombre y dolor de Dios,
inclinamos agotados la cabeza
y te entregamos el espíritu
cuando llegamos a nuestros límites
donde se extinguen los esfuerzos y los días
y donde empezamos a resucitar contigo.

Benjamín González Buelta S.J.

«¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?» Jn 18,17

KODER
CLAVADME CON VOS

¡Cuántas veces, Señor, me habéis llamado,
y cuántas con vergüenza he respondido,
desnudo como Adán, aunque vestido,
de las hojas del árbol del pecado!
Seguí mil veces vuestro pie sagrado,
fácil de asir en una cruz asido,
y atrás volví otras tantas atrevido
al mismo precio en que me habéis comprado.
Besos de paz os di para ofenderos;
pero si fugitivo de su dueño
hierran, cuando los hallan, los esclavos,
hoy que vuelvo con lágrimas a veros,
clavadme Vos a Vos en vuestro leño
y tendréisme seguro con tres clavos.

Félix Lope de Vega y Carpi.

4.4.12

¡Comulgo, luego existo!

SIEGER KODER
LO QUE VEO

Ahora que estamos solos, Cristo,
te diré la verdad: Señor, no creo.
¿Cómo puedo creerme lo que veo
si la fe es creer lo que no he visto?

Si oigo tu voz en mí ¿cómo resisto?
¿Cómo puedo buscar, si te poseo,
si te mastico, si te saboreo?
Esta es mi fe: Comulgo, luego existo.

No tendré que saltar sobre el vacío
para llegar al borde de tus manos
o poner en tu pecho mi cabeza.

Más dentro estás de mí que lo más mío.
Conozco más tu voz que a mis hermanos.
Que es más cierta tu fe que la certeza.

José Luis Martín Descalzo