29.12.11

«Y la Palabra se hizo carne» Jn 1,14

Sieger Koder
El Verbo se hizo carne

«En Jesús, el Verbo se hizo carne,
Palabra corporal vestida de tiempo y espacio,
grito y temblor, gesto y ternura,
accesible al ojo, a la caricia y al oído,
originalidad inagotable,
surgiendo en medio de la vida cotidiana,
fidelidad crucificada,
espesor humano resucitando desde el sepulcro
del sanedrín y del imperio
por la fuerza del Espíritu.
Todo nuestro cuerpo espera esta Palabra,
desde el primer segundo de existencia,
para irse haciendo,
en el encuentro con ella,
carne liberada,
cosmos redimido,
transparente destello del dolor cotidiano,
esperanza que brilla
en medio de los límites de la condición humana,
pedazo de historia transportada al infinito
en la reconciliación, sin fin y sin distancias,
de la vida resucitada.
El Verbo encarnado
está todo él orientado hacia nosotros,
esfuerzo infinito de Dios que se expresa
en la cercanía corporal de una vida caminante
por los más estrechos callejones torcidos,
de la misma manera que se adentra por su Espíritu
hasta la más íntima puerta estrecha de mí mismo.
Y todos nosotros,
llenos de nombres y de fechas,
de aromas y de golpes en las costuras de la carne,
nos vamos haciendo infinitos
en su abrazo»

B. GONZÁLEZ BUELTA

La CONSAGRACIÓN

Rupnik