17.4.11

«Me muero de tristeza: quedaos aquí y velad conmigo»

Música:Taizé
"Quedaos aquí, velad conmigo,  velad y orad"
¡Abraza la Palabra!

DOMINGO DE RAMOS: "La eterna perplejidad de la palmera ha quedado resuelta y contestada" pincha para leer el evangelio

        "Por eso Jesús sobre su pollina, avanzaría, un poco triste, por el camino que baja del Monte de los Olivos, y entró en Jerusalén orlado, aquella tarde, de palmas en delirio. Porque Él sabía que las palmas del mundo, sobre la copa de la palmera, son una estrella redonda y divergente, perplejidad vegetal, que parece interrogar al viento: ¿Por aquí? ¿Por allí? (ya que suelen mecerse como juguetes del viento). Y Él soñaba con las legiones de sus mártires, de sus vírgenes, que, naciendo del pie de la Cruz como ríos de abnegación y sacrificio, habían de cruzar los siglos de la historia con un temblor de palmas en las manos; pero de palmas altas, erectas, verticales, con una firme y única dirección hacia el cielo: por aquí, por aquí... La eterna perplejidad de la palmera ha quedado resuelta y contestada"
Pemán

¿Cómo se llega a ser lo que se es ?


AMANDO HASTA EL EXTREMO
Maite López

Déjame, señor, mirarte bien por dentro,
entrar en tu corazón y dejarme seducir
y que aumenten mis deseos de querer ser como tú,
conocerte internamente, amarte y seguirte más,
apostar mi vida junto a ti, déjame verte, señor,
amando hasta el extremo,
dejándote la piel,
entregando las entrañas,
tus entrañas de mujer,
en una toalla y un lebrillo,
en un acariciar los pies,
en un mirarnos hasta el fondo
sin nada que reprochar
y sin nada que pedir,
y con tanto para dar.

Yo, el maestro y el señor, ya no puedo amaros más,
pues como el padre me ha amado, así os he amado yo.
os dejo mi vida entera en este vino y este pan,
este pan que soy yo mismo que me parto y que me doy,
mi deseo es que os améis de corazón,
yo también os quiero ver
amando hasta el extremo,
dejándoos la piel,
entregando las entrañas
como lo hace una mujer,
en una toalla y un lebrillo,
en un acariciar los pies,
en un miraros hasta el fondo
sin nada que reprochar y sin nada
que pedir y con tanto para dar.

Sí, te doy todo lo que soy para que sigas amando.
la lucha por la justicia entra en esta intimidad,
que se llena de personas y rostros que acariciar,
que me impulsa desde dentro a comprometerme más.
todos caben en tu corazón,
quiero seguirte, señor,
amando hasta el extremo,
dejándome la piel,
entregando las entrañas,
mis entrañas de mujer,
en una toalla y un lebrillo,
en un acariciar los pies,
en un mirarlos hasta el fondo
sin nada que reprochar
y sin nada que pedir
y con tanto para dar.