15.10.11

¡A Dios lo que es de Dios!


Señor, en esta novela eterna
iniciada entre Tú y nosotros,
enséñanos el lugar que ocupa
el singular baile de nuestra obediencia.
Revélanos la gran orquesta de tus designios
donde lo que tú permites
lanza extrañas notas
en la serenidad de lo que tú deseas.
(Nous autres, gens des rúes, p. 91)
                                                                                                                
 Madeleine Delbrêl

¡ya no quiero otro amor...!


Sobre aquellas palabras

Ya toda me entregué y di y de tal suerte he trocado, que es mi amado para mí, y yo soy para mi amado. Cuando el dulce cazador me tiró y dejó rendida, en los brazos del amor mi alma quedó caída. Y cobrando nueva vida de tal manera he trocado que es mi amado para mí, y yo soy para mi amado. Hirióme con una flecha enherbolada de amor, y mi alma quedo hecha una con su Criador, ya no quiero otro amor pues a mi Dios me he entregado, y mi amado es para mi, y yo soy para mi amado.

                                                                   Sta Teresa de Jesús