15.8.11

Abandona tu nada: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos» Mt 19,23


Pensaba que era de vital importancia ser pobre y austero. Jamás había caído en la cuenta de que lo vitalmente importante era renunciar a su «ego»; que el «ego» engorda tanto con lo santo como con lo mundano, con la pobreza como con la riqueza, con la austeridad como con el lujo. No hay nada de lo que no se sirva el «ego» para hincharse.
De tu nada puedes hacer una auténtica posesión. Y llevar contigo tu renuncia como un trofeo.
                                        

No abandones tus posesiones. Abandona tu «ego».
Anthony de Mello (Abandona tu nada)


"El cielo abre hoy de par en par su seno para recibir a la que ha engendrado al Inmenso"


«Venid, ángeles, a la fiesta,
preparémonos para la danza
y para hacer resonar de cánticos la Iglesia,
con ocasión del ascenso del arca de Dios.
El cielo abre hoy de par en par su seno
para recibir a la que ha engendrado al Inmenso;
la tierra, al recibir la fuente de la vida,
se cubre de bendición v de belleza.
Los ángeles forman un coro con los apóstoles
y miran con reverencia a la madre
del Rey de la vida
que pasa de una vida a otra.
Postrémonos todos delante de ella y roguemos:
Reina, no olvides
a quien está unido a ti por parentesco
y festeja con fe tu santa dormición»
                                             Teófanes de Jerusalén, siglo IX