Koder (Rachel) |
“El Talmud asocia las lágrimas de Raquel a las lágrimas de Dios que caen en el mar cuando se acuerda de sus hijos que viven en el exilio, oprimidos en medio de las naciones. Esas lágrimas, al caer, producen un ruido que se oye hasta los confines de la tierra, como un terremoto. Y durante las tres vigilias de la noche el Santo, bendito sea, grita y ruge como un león para expresar su desgarramiento ante la suerte de sus hijos. (Berakot, 59ª y 3ª).
... Por eso, quien se acerca a Él no encuentra serenidad y descanso, sino el don de las lágrimas.”
Dolores Aleixandre