24.12.11

¡"Bendito sea este nuevo día, que es Navidad para la tierra, porque en mí Jesús quiere vivirlo de nuevo"! FELIZ NAVIDAD

EL NUEVO DÍA

Empieza un día más.

Jesús quiere vivirlo en mí. No está encerrado.
Ha caminado entre los hombres.
Conmigo está entre los hombres de hoy.

Va a encontrarse con cada uno de los que entren en casa,
con cada uno de los que me cruzaré por la calle,
otros ricos distintos de los de su tiempo, otros pobres,
otros sabios y otros ignorantes,
otros niños y otros ancianos,
otros santos y otros pecadores,
otros sanos y otros inválidos.
Todos serán los que él ha venido a buscar.
Cada uno, el que él ha venido a salvar.
A quienes me hablen, él tendrá algo que responder.
A quienes tengan carencias, él tendrá algo que dar.
Cada uno existirá para él como si fuera único.
Tendrá que vivir su silencio en el ruido.
Impulsará su paz en el tumulto.

Jesús no ha cesado de ser en todo el Hijo.
Quiere seguir en mí unido al Padre. Dulcemente unido
en cada segundo,
balanceado sobre cada segundo
como un corcho en el agua.
Manso como un cordero
ante la voluntad de su Padre.

Todo estará permitido el día que venga,
todo estará permitido y exigirá que yo diga que sí.
El mundo en que él me deja para estar conmigo
no puede impedirme estar con Dios;
como un niño en los brazos de su madre
no deja de estar con ella,
aunque ella camine entre la multitud.

Jesús no ha dejado de ser enviado a todas partes.
Nosotros no podemos dejar de ser
en cada instante
los enviados de Dios al mundo.
Jesús no deja de ser enviado en nosotros,
a lo largo de este día que comienza,
a toda la humanidad de nuestro tiempo,
de todos los tiempos,
de mi ciudad y del mundo entero.

A través de los hermanos próximos a los que él nos hará
servir, amar, salvar,
las oleadas de su caridad partirán
hasta el fin del mundo,
irán hasta el fin de los tiempos.

Bendito sea este nuevo día, que es Navidad para la tierra,
porque en mí Jesús quiere vivirlo de nuevo.

Madeleine Delbrêl

No hay comentarios:

Publicar un comentario