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16.8.11
15.8.11
Abandona tu nada: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos» Mt 19,23
Pensaba que era de vital importancia ser pobre y austero. Jamás había caído en la cuenta de que lo vitalmente importante era renunciar a su «ego»; que el «ego» engorda tanto con lo santo como con lo mundano, con la pobreza como con la riqueza, con la austeridad como con el lujo. No hay nada de lo que no se sirva el «ego» para hincharse.
De tu nada puedes hacer una auténtica posesión. Y llevar contigo tu renuncia como un trofeo.No abandones tus posesiones. Abandona tu «ego».
Anthony de Mello (Abandona tu nada)
"El cielo abre hoy de par en par su seno para recibir a la que ha engendrado al Inmenso"
«Venid, ángeles, a la fiesta,
preparémonos para la danza
y para hacer resonar de cánticos la Iglesia,
con ocasión del ascenso del arca de Dios.
El cielo abre hoy de par en par su seno
para recibir a la que ha engendrado al Inmenso;
la tierra, al recibir la fuente de la vida,
se cubre de bendición v de belleza.
Los ángeles forman un coro con los apóstoles
y miran con reverencia a la madre
del Rey de la vida
que pasa de una vida a otra.
Postrémonos todos delante de ella y roguemos:
Reina, no olvides
a quien está unido a ti por parentesco
y festeja con fe tu santa dormición»
Teófanes de Jerusalén, siglo IX
preparémonos para la danza
y para hacer resonar de cánticos la Iglesia,
con ocasión del ascenso del arca de Dios.
El cielo abre hoy de par en par su seno
para recibir a la que ha engendrado al Inmenso;
la tierra, al recibir la fuente de la vida,
se cubre de bendición v de belleza.
Los ángeles forman un coro con los apóstoles
y miran con reverencia a la madre
del Rey de la vida
que pasa de una vida a otra.
Postrémonos todos delante de ella y roguemos:
Reina, no olvides
a quien está unido a ti por parentesco
y festeja con fe tu santa dormición»
Teófanes de Jerusalén, siglo IX
12.8.11
11.8.11
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9.8.11
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7.8.11
6.8.11
"La amenaza fantasma: El miedo" ;
"Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar" Mt 14,26
5.8.11
4.8.11
3.8.11
«Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho... y ser matado y resucitar al tercer día. » Mt 16, 21
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Rupnik |
UNA VITAL DIFERENCIA
Le preguntaron cierta vez a Uwais, el Sufí:
«¿Qué es lo que la Gracia te ha dado?». Y les respondió:
«Cuando me despierto por las mañanas, me siento como un hombre que no está seguro de vivir hasta la noche».
Le volvieron a preguntar:
«Pero esto ¿no lo saben todos los hombres?».
Y replicó Uwais:
«Sí, lo saben, Pero no todos lo sienten»
Anthony de Mello
2.8.11
31.7.11
Jesús AMIGO: «¡Ánimo!, que SOY YO; no temáis.» Mt 14, 27
Música Luís Bacalov
Icono de la Amistad o del Buen Amigo
30.7.11
A mayor gloria de Dios
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San Ignacio: El Peregrino (Monserrat Gudiol) |
EL NECESARIO DERRUMBRE
De Ignacio de Loyola se suele decir que vivió el inicio de su conversión durante el largo proceso de curación de su pierna herida. Sin embargo previo a ello se dio el acontecimiento que originaría todo: el cañonazo recibido, las horas herido entre los escombros de la muralla de Pamplona. Como señala acertadamente Jose Ignacio Tellechea en la biografía de Ignacio "Sólo y a pie", debemos tener en cuenta que seguramente tardaron mucho en encontrar a Ignacio y darle los primeros auxilios.
Ignacio llega a Pamplona como un hombre criado en la corte de Arévalo. Había desarrollado una labor diplomática notable. Tenía altas miras, incluso se dice que aspiraba a los amores de una de las infantas de Castilla. Desde luego el plan de vida de Ignacio no contaba entre sus objetivos con pequeñas cosas, para él no existía la mediocridad. Aspiraba ya a ese "magis" que luego será tan importante en la Compañía, pero en este momento simplemente era un "magis" radicado en el puro ego.
Imaginemos pues la escena: Ignacio ha llegado a Pamplona como parte de las tropas que defienden Castilla del ataque francés. Seguramente subido a la muralla ya puede imaginar los laureles del triunfo que traerá su arriesgada defensa de la ciudadela. Una bala de cañón se interpondrá entre él y la consecución del honor. Entre las ruinas de piedra de la muralla encontramos las ruinas de un plan de vida. El necesario derrumbe de las construcciones egoícas para que puedan emerger los contenidos cuya matriz está más allá, en el "hondón" de la persona.
Hoy celebramos la fiesta de San Ignacio, le cantaremos como fundador de la Compañía, patrón de Bizkaia. Pero no nos debiera pasar desapercibido que ese final tuvo en su inicio un derrumbe y una casi muerte.
Personalmente suelo evocar en ocasiones esa imagen de Ignacio entre las ruinas de las murallas de Pamplona. Me sugiere que muchos pasamos años de nuestras vidas haciendo planes, ideando proyectos que, sin embargo, deben caer, no sirven, no son reales. Nuestra mente y nuestro ego se alían y nos dan una lectura del mundo: "Para ser feliz debería tener eso o aquello", "para vivir tranquilo te hace falta...". Entonces le otorgamos a la felicidad, a la paz, a la realización personal una forma concreta, un rostro concreto, un lugar concreto, una edad, una cantidad de euros en el banco, etc. Necesitamos un cañonazo para despertar. Precisamos, a veces, casi morir para dejar que se desvele lo que hay más allá, lo que no se derrumbará nunca pero que no obstante nos aterra.
Es curioso de qué manera los seres humanos nos auto engañamos por miedo. Nos aterra la realidad. Y la realidad es que la vida sólo descubre su belleza a quien se atreve a ser despojado. Hay que subir a la muralla, si, pero para dejar que ésta se derrumbe. Lo increíble es que descubriremos que no perdemos sino aquello que debamos perder y si debíamos perderlo es que no era la pieza buena para la construcción de nuestra existencia. Urge entonces dejar ir, soltar amarras, abrir las manos con el gesto de quien deja libre a un pajarillo. Todo lo que deba regresar lo hará. Pero deberemos afinar la mirada. Aquello que es esencial estará ahí, se nos otorgará pero seguramente no con la forma, no con el rostro, no con la apariencia que nuestra mente se empeñaba en darle. Deberemos vivir un tiempo de adaptación de la mirada. Nos sentiremos, al principio, un tanto huérfanos, muy vulnerables, como desorientados. Es normal. Como Ignacio, pasaremos un tiempo paralizados y doloridos entre las ruinas. Pero alguien vendrá y nos rescatará. Alguien nos alzará, nos llevará en volandas. Esta es la buena noticia que siente dentro de sí el creyente: Alguien es capaz de alzarnos de entre el polvo. Alguien amoroso nos cura las heridas. Alguien paciente espera a que sepamos ver y mirar mirándonos Él con infinita ternura.
Feliz fiesta de San Ignacio, fiesta del derrumbe de lo falso, fiesta del nacimiento procesual a una mirada nueva, a una comprensión nueva de las cosas y de Dios. Quizá quedemos heridos, con una señal en la pierna, con una cojera de por vida, pero será herida de vida, no herida de muerte, cojera que nos recuerde que lo que portamos dentro como tesoro de sabiduría, se nos dio, no nos pertenece. GORA SAN INAZIO!!
Escrito y publicado por: Elena Andrés Suaréz en el blog "Regreso a casa: Educar la interioridad"
29.7.11
28.7.11
"Te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola" Lc 10, 41-42
Sólo hay una cosa importante
(TODO ES DON)
Sólo hay una cosa importante,
sólo hay una cosa mejor:
conocer el Amor y el Amante,
conocer al que te conoció.
Sólo hay una cosa importante,
sólo hay una cosa mejor:
al final contemplar Su semblante,
y escuchar, al oído, su voz.
Sólo hay una cosa importante:
escuchar la Palabra de Dios,
caminar porque Él va delante,
y llevar esa cruz que Él llevó.
Sólo hay una cosa importante,
y es buscar siempre el Reino de Dios.
Lo demás se nos da por sobrante.
Todo es gracia, de Él todo es don;
todo es gracia, de Él todo es don.
Letra y música : Gonzalo Mazarrasa
Cuadros RUPNIK
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