Mostrando entradas con la etiqueta San Francisco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Francisco. Mostrar todas las entradas

5.10.14

UNA EXPERIENCIA PROFUNDA


[…] – No me comprendes- respondió Francisco- porque esta actitud de humildad y de sumisión te parece cobardía y pasividad, pero se trata de algo muy distinto. Yo también he estado mucho tiempo sin comprender, medio abatido en la noche, como un pajarito cogido en la trampa, pero el Señor tuvo piedad de mí, me ha hecho ver que la más alta actividad del hombre y su madurez no consiste en la prosecución de una idea por muy elevada y muy santa que sea, sino en la aceptación humilde y alegre de lo que es, de todo lo que es. El hombre que sigue su idea permanece cerrado en sí mismo. No comunica verdaderamente con los otros seres. No llega a conocer nunca el universo. Le falta el silencio, la profundidad y la paz. La profundidad de un hombre está en su poder de acogimiento. La mayor parte de los hombres permanecen aislados en sí mismos, a pesar de todas las apariencias. Son como insectos que no llegan a despojarse de su caparazón. Se agitan desesperadamente en el interior de sus límites. A fin de cuentas, se encuentran como al principio. Creen haber cambiado algo, pero mueren sin haber visto ni siquiera la luz. No se han despertado nunca a la realidad. Han vivido en sueños.un día tropezando con un fracaso, un fracaso profundo, no nos queda más que esta sola realidad desmesurada: Dios es... Basta que Dios sea Dios. Sólo el hombre que acepta a Dios de esta manera es capaz de aceptarse verdaderamente a sí mismo.
Libro sabiduría de un pobre de Eloi Leclerc

28.2.12

¡Padre NUESTRO!

KODER
PARÁFRASIS DEL PADRENUESTRO

“¡Santísimo Padre Nuestro: creador, redentor, consolador y salvador nuestro!
que estás en los cielos: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, por qué Tú, Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque Tú, Señor, eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar, porque Tú, Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin quien no hay bien alguno.
Santificado sea tu nombre: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la altura de la majestad y la hondura de los juicios.
Venga a nosotros tu Reino: para que reines Tú en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu Reino, donde se halla la visión manifiesta de Ti, el perfecto amor a Ti, tu dichosa compañía, la fruición de Ti por siempre.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra: para que te amemos con todo el corazón, pensando siempre en Ti; con toda el alma, deseándote siempre a Ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a Ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, empleando todas nuestras energías y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio, no de otra cosa, sino del amor a Ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie.
El pan nuestro de cada día: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, dánosle hoy: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció.
Y perdónanos nuestras deudas: por tu inefable misericordia, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos.
Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores: y lo que no perdonamos plenamente, haz Tú, Señor, que plenamente lo perdonemos, para que por Ti amemos de verdad a los enemigos y en favor de ellos intercedamos devotamente ante Ti, no devolviendo a nadie mal por mal y para que procuremos ser en Ti útiles en todo.
Y no nos dejes caer en tentación: oculta o manifiesta, imprevista o insistente.
Mas líbranos del mal: pasado, presente y futuro.
Gloria al Padre...”.
San Francisco de Asís

4.11.11

«Dios conoce vuestros corazones»



Servant of Peace (Knatam Kaur)

Oración de San Francisco de Asís:

Señor, hazme un instrumento de tu paz;
Donde haya odio, siembre yo amor;
Donde haya injuria, perdón;
En caso de duda, fe;
Donde haya desesperación, esperanza;
Donde haya tinieblas, luz;
Donde haya tristeza, alegría.

Oh Divino Maestro,
Haz que yo no busque tanto:
Para ser consolado, sino consolar;
Para ser comprendido, sino comprender;
Para ser amado, como amar;
Porque es en el dar que recibir,
Es perdonando que somos perdonados, 

 Es muriendo que nacemos a la vida eterna.

3.10.11

«Yo te bendigo, Padre» Mt 11,25


EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad
San Francisco de Asís