4.4.12

¡Comulgo, luego existo!

SIEGER KODER
LO QUE VEO

Ahora que estamos solos, Cristo,
te diré la verdad: Señor, no creo.
¿Cómo puedo creerme lo que veo
si la fe es creer lo que no he visto?

Si oigo tu voz en mí ¿cómo resisto?
¿Cómo puedo buscar, si te poseo,
si te mastico, si te saboreo?
Esta es mi fe: Comulgo, luego existo.

No tendré que saltar sobre el vacío
para llegar al borde de tus manos
o poner en tu pecho mi cabeza.

Más dentro estás de mí que lo más mío.
Conozco más tu voz que a mis hermanos.
Que es más cierta tu fe que la certeza.

José Luis Martín Descalzo

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