19.1.12

Encuentro pleno

Sieger  Koder
ENCUENTRO PLENO

Si me encuentro contigo yo solo,
sin acoger en nuestra relación
al prójimo que tengo al lado
me pierdo en un orgullo vacío.

Si me encuentro contigo
sólo en los que se acercan
en comunión y cercanía,
me vuelvo egoísmo voraz
recalcitrante a tu misterio
que me llega desde la diferencia ajena.

Si me encuentro contigo
sólo en los que llevan en la piel
las marcas de la injusticia,
me petrifico en una dureza ciega
que te aleja de mi vida
con la parte de tu cuerpo que niego.

Si me encuentro contigo
sólo cuando doy a los demás
lo que yo tengo por mío,
me vacío en suficiencia vana
que no alimenta mi carencia
desde la herida ajena que Tú sanas.

Si me encuentro contigo
sólo cuando recibo dones
de la abundancia
de los otros,
me dejo invadir de una parálisis,
que no acepta el reto de crecer
en el regalo gratuito de mis fuerzas.

Si excluyo a una sola persona,
mutilo mi encuentro contigo.
La plenitud o la carencia del hermano
son dos caras de tu misma cercanía

 Benjamín González Buelta

16.1.12

«¿Por qué hacen en sábado lo que no es lícito?» Mc 2, 24

POR QUIEN MERECE AMOR

Te molesta mi Amor, mi Amor de juventud
y mi Amor es un arte en virtud
te molesta mi Amor, mi Amor sin antifaz
y mi Amor es un arte de paz
Te molesta mi Amor, mi Amor de humanidad

y mi Amor es un arte en su edad
te molesta mi Amor, mi Amor de surtidor
y mi Amor es un arte mayor


Mi Amor es mi prenda encantada
es mi extensa morada
es mi espacio sin fin
mi Amor no precisa frontera
como la primavera no prefiere jardín

mi Amor no es amor de mercado
porque un Amor sangrado

 no es amor de lucrado
mi Amor es todo cuanto tengo
si lo niego o lo vendo
¿para qué respirar?


Te molesta mi Amor, mi Amor de juventud
y mi Amor es un arte en virtud
te molesta mi Amor, mi Amor sin antifaz
y mi Amor es un arte de paz
Te molesta mi Amor, mi Amor de humanidad

y mi Amor es un arte en su edad
te molesta mi Amor, mi Amor de surtidor
y mi Amor es un arte mayor


Mi Amor no es amor de uno solo
sino alma de todo lo que urge sanar

mi Amor es un Amor de abajo
que el devenir me trajo para hacerlo empinar
mi Amor, el más enamorado
es demás olvidado en su antiguo dolor
mi Amor abre pecho a la muerte y despeña su suerte
con un tiempo mejor
mi Amor, este Amor aguerrido
es un sol encendido
por quien merece AMOR

Silvio Rodríguez

14.1.12

«¿Qué buscáis?» Jn 1,38

RUPNIK
SEÑOR, LLÁMAME, PARA QUE SÓLO TE BUSQUE A TI

Señor Jesús, que me conozca a mí
y que te conozca a Ti,
que no desee otra cosa sino a Ti.
Que me odie a mí y te ame a Ti
y que todo lo haga siempre por Ti.
Que me humille y que te exalte a Ti.
Que no piense nada más que en Ti.
Que me mortifique, para vivir en Ti
y que acepte todo como venido de Ti.
Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti.
Que siempre escoja seguirte a Ti.
Que huya de mí y me refugie en Ti
y que merezca ser protegido por Ti.
Que me tema a mí y tema ofenderte a Ti.
Que sea contado entre los elegidos por Ti.
Que desconfíe de mí
y ponga toda mi confianza en Ti
y que obedezca a otros por amor a Ti.
Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti.
Que quiera ser pobre por amor a Ti.
Mírame, para que sólo te ame a Ti.
Llámame, para que sólo te busque a Ti
y concédeme la gracia
de gozar para siempre de Ti.
Amén”.
San Agustín

13.1.12

«No he venido a llamar a justos, sino a pecadores» Mc 2,17

CARAVAGGIO
ME LLAMAS

“Cristo Jesús,
Tú eres el que me ama
hasta la vida que no se acaba.
Esperas de mí no algunas migas,
sino toda mi vida.
Eres el que, día y noche, ora en mí.
Mis balbuceos son oración:
pronunciar tu solo Nombre, Jesús,
colma de comunión.
Eres el que cada mañana pone en mi dedo
el anillo de pródigo, anillo de fiesta.
¿Habré cambiado el resplandor de Dios
por un fulgor cualquiera?
¿Habré abandonado
la fuente del agua de vida
para construirme aljibes agrietados
que no retienen el agua?
Tú, Cristo, me buscaste incansablemente.
¿Por qué he vacilado pidiendo
que se me diera tiempo
para ocuparme de mis asuntos?
¿Por qué he mirado hacia atrás
cuando mi mano estaba ya en el arado?
Sin embargo, sin haberte visto te amaba,
tal vez como no lo hubiera querido,
pero te amaba.
Cristo Jesús, Tú me sugerías:
vive lo poco que hayas comprendido del Evangelio,
anuncia mi vida entre los hombres, ven y sígueme...
Y un día, de vuelta a la fuente,
lo comprendí: me llamabas
a una resolución sin retorno”

Roger Schutz
(Amor de Todo  Amor)

«Y a ti te digo: ¡Levántate!» Mc 2,11

RUPNIK

11.1.12

«Compadecido de él, extendió su mano, le tocó» Mc 1,40

RUPNIK

ME RECIBO CONTINUAMENTE DE TUS MANOS

“Me recibo continuamente de tus manos.
Esa es mi verdad y mi alegría.
Tus ojos me miran constantemente
y yo vivo de tu mirada.
Mi creador y mi salvación,
enséñame en el silencio de tu presencia
a captar el misterio que yo soy.
Y que soy por Ti, ante Ti y para Ti”.

Romano Guardini

10.1.12

«Todos te buscan.» Mc 1,37

RUPNIK
EN BUSCA DE DIOS

“¡Te necesito, Señor!,
porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio
se sitúa de frente a mí, ante Ti.

¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.

¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus sacramentos,
en el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical.

¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre
y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño
y en el ruido de la muchedumbre.

¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo”.

Pierre Teilhard de Chardin S.J.

8.1.12

¡Llamados a la CONVERSIÓN!

Pincha
Acercaos vosotros, los abatidos por el dolor del
mundo, los tentados de desánimo y desesperanza.
Escuchad: Dios se llama Emmanuel,
ha plantado su tienda
en esta historia revuelta y conflictiva
y vuestra noche, iluminada por su presencia
se ha vuelto lugar de su manifestación.
... 
Venid, temerosos,
los que vivís agobiados por vuestra fragilidad
y acosados por vuestros límites:
sentaos a la mesa de la gratuidad de Dios,
dejad que vuestro corazón se dilate ante el calor
de su acogida, abrios a la buena noticia
de que vuestras oscuras historias de pecado
están sumergidas en la plenitud de su misericordia.
... 
Acudid, gente ignorante, que confundís
los caminos de Dios con los vuestros,
que no sabéis traducir el lenguaje de Belén
ni hablar el dialecto de Nazaret.
Aprended a leer las nuevas señales
que anuncian su presencia y renunciad
a vuestros pretendidos saberes sobre él.
Abandonad vuestra vieja cordura
y dejaos embriagar por el vino de su banquete
y por la desmesura de su amor.
... 
¡Daos prisa, entrad todos en Bet-lehem,
la casa del pan!
Desataos el sayal del desencanto,
sacudid como polvo el cansancio de vuestros pies,
revestios la alegría como un traje de fiesta
y aprended junto al pesebre del niño
a entrar en la danza de la bendición
y a dejaros arrastrar
por la pasión de su evangelio.
...
Dolores Aleixandre

6.1.12

«Vimos Su estrella» Mt 2,2

Nadie
enciende la lumbre
del hogar
que nos espera
-humana desmesura-
Sólo
el Señor
es patria
y horizonte en crecida
mientras,
peregrina
cada cual
y a cada cual
para el hermano
es sólo una azul estrella
que aguarda en el camino.

“La Wegwarte es una flor silvestre. Bordea los caminos del campo en verano, los pétalos en forma de estrella, casi transparentes. Su color azul me llama poderosamente la atención por su silencio y su pureza. (...) Cuando escribí [esa poesía] acababa de reencontrar esta flor que desde mi infancia me había llamado la atención porque sabía que tenía un mensaje profundo para quien era capaz de escucharlo. Sabía que tenía poder de desvelar la grandeza de la vida en la apariencia sumamente humilde y despreciable de una hierba del camino que nace en días de lodos y vive entre el polvo del verano, constantemente expuesta al torbellino polvoriento que levanta la vida que pasa por el sendero sin siquiera ver la flor. Y, sin embargo, por ser algo levantada en su tallo, o por ser tan finos sus pétalos, o porque cada noche con sus besos el rocío la limpia y embellece, el polvo no se le queda pegado. No es más que una hierba, no es siquiera flor, no es nada, o ¿es una estrella? Me habían enseñado desde niña a apreciar esta flor, a ensalzar su color indefenso e invencible. Su transparencia y luminosidad discreta, está más allá de las perfecciones de las flores de jardín o flores con nombre y fama universales. Me habían enseñado la mirada por lo insignificante, por lo pobre, por lo que no cuenta, por lo que no es y descubrir allí el Todo, el Ser, la Belleza, el Misterio. Cuando la redescubrí me vino a iluminar mi camino, justo lo que es su vocación, ser estrella del camino. La flor no es nada, no cuenta, no sirve para nada, no existe porque nadie la mira. ¿Y si alguien de pronto la encuentra con su mirada? Entonces entra en el ser. Todo es como la Wegwarte. No “existe” mientras no haya alguien que la vea, la mire, la llame a ser con una atención de benevolencia, de respeto, de gozo por su existencia, de capacidad de dar destino, de dar significación

Cristina Kaufmann
Transparència de l’Invisible. Claret, v.2

3.1.12

«¿Qué buscáis?» Jn 1,38

Sieger Koder
Eres un Dios escondido,
pero en la carne de un hombre.
Eres un Dios escondido
en cada rostro de pobre.
Más tu Amor se nos revela
cuanto más se nos esconde.
Siempre entre Tú y yo,
un puente.
Es imposible el vado.
Tanto me llamas Tú
como Te busco yo
.
Los dos somos encuentro.

Haciéndome el que soy
-anhelo y búsqueda-
Tú eres el que eres
-don y abrazo-.

Pedro Casaldáliga

1.1.12

«¿Quién eres tú?» Jn 1,19

J Bautista (RUPNIK)
Por los caminos voy, como el burrito de San Fernando, un poquito a pie y otro poquito andando.
A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar.
Entonces, cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.
Me parece que fue Vallejo, César Vallejo, quien me dijo que a veces el viento cambia de aire.
Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando.
Eduardo Galeano

31.12.11

«Theotokos»

¡Oh Virgen Madre, hija de tu hijo,
más que toda criatura humilde y alta,
término fijo de un designio eterno,

tú eres aquella que a la especie humana
ennobleciste tanto, que su autor
no desdeñó de hacerse su hechura!

En tu vientre el amor prendió de nuevo,
por cuyo ardor en una paz eterna
así esta flor en tierra ha germinado.

Aquí nos eres meridiana antorcha
de caridad, y abajo, entre mortales,
les eres de esperanza fuente viva.

Mujer, eres tan grande y tanto vales,
que el que quiere una gracia y no te implora,
quiere que su desear vuele sin alas.

Tu benignidad santa da socorro
no sólo a quien lo pide, muchas veces
liberalmente a ese pedir precedes.

En ti piedad, en ti misericordia,
en ti magnificencia, en ti se aúna
todo cuanto es bondad en la creatura.

Dante Alighieri
La Divina Comedia (Principio del último Canto (XXXIII) del Paraíso)
 

29.12.11

«Y la Palabra se hizo carne» Jn 1,14

Sieger Koder
El Verbo se hizo carne

«En Jesús, el Verbo se hizo carne,
Palabra corporal vestida de tiempo y espacio,
grito y temblor, gesto y ternura,
accesible al ojo, a la caricia y al oído,
originalidad inagotable,
surgiendo en medio de la vida cotidiana,
fidelidad crucificada,
espesor humano resucitando desde el sepulcro
del sanedrín y del imperio
por la fuerza del Espíritu.
Todo nuestro cuerpo espera esta Palabra,
desde el primer segundo de existencia,
para irse haciendo,
en el encuentro con ella,
carne liberada,
cosmos redimido,
transparente destello del dolor cotidiano,
esperanza que brilla
en medio de los límites de la condición humana,
pedazo de historia transportada al infinito
en la reconciliación, sin fin y sin distancias,
de la vida resucitada.
El Verbo encarnado
está todo él orientado hacia nosotros,
esfuerzo infinito de Dios que se expresa
en la cercanía corporal de una vida caminante
por los más estrechos callejones torcidos,
de la misma manera que se adentra por su Espíritu
hasta la más íntima puerta estrecha de mí mismo.
Y todos nosotros,
llenos de nombres y de fechas,
de aromas y de golpes en las costuras de la carne,
nos vamos haciendo infinitos
en su abrazo»

B. GONZÁLEZ BUELTA